Actualmente los medios masivos y el internet están en su máximo apogeo, de hecho la penetración de la televisión en la mayoría de países es del 95% o más, a nivel mundial hay actualmente 1,5 mil millones de internautas. Cerca de los años sesenta sólo se tenía en mente la revista LIFE, ahora hay más de 15,000 revistas, muchísimas especializadas en hogar, cocina, etc...., en hogares con cable hay al menos 100 canales de TV, hay vallas por todos lados, traseras de buses, mupies, etc...
Un dato curioso revelado por Philip Kotler, es que estamos expuestos al menos a 15,000 mensajes publicitarios -diariamente-, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama, esto significa una cantidad increíble de información y el consumidor lo que hace simplemente es seleccionar ya sea de manera consciente o inconsciente.
En principio lo que recomiendo es alejarse de lo complicado en materia de comunicación, no hay que hacerlo más difícil para el consumidor, hablemos de la marca de la forma más simple, no se debe tener temor a comunicarnos con el consumidor “en pocas palabras”, una sugerencia por ejemplo para vallas publicitarias, es que no usen más de 7 palabras y que el resto lo digan las imágenes, sin embargo muchos “estrategas de comunicación” lo complican tanto, ponen cualquier cantidad de palabras y nadie las lee, me da mucha pena a veces ver traseras de buses con casi 50 palabras, ¿quién las leerá? la respuesta es el creativo que lo hizo y el que lo aprobó, nadie más….cero consumidores. Tampoco al extremo, he visto vallas sólo con imágenes, no sugiero dejar nada a la imaginación del consumidor.
Otra recomendación, es evitar el lenguaje complejo, sea natural, sea real, a los consumidores les gusta lo natural, lo genuino, nada de lenguaje complejo, palabras sencillas y frases cortas es la clave en la comunicación con el consumidor.
No debe utilizarse palabreríos innecesarios, hay que conectar con el consumidor rápidamente, ya en otra columna hablé que el consumidor no tiene tiempo, tratemos de expresarnos más con el consumidor en lugar de buscar impresionarlo en cada contacto.
Mucha información lo que hace es confundir al consumidor, no busque hacer lo que está de moda haga lo correcto.
Le dejo esta reflexión: No olvide que el campo de batalla es la mente del consumidor, y la mente tiene estructuras lógicas para separar la información. La mente del consumidor no es un depósito donde ponemos lo que queremos.
Ahora hay demasiadas marcas, hay demasiados productos y servicios, el consumidor busca volver a lo básico a lo simple.