RESUMEN. Este artículo expone las dicotomías
teórico-metodológicas más notables al hablar de enfoques cualitativos y
cuantitativos, estudia y reflexiona sobre la separación y el abordaje que se
hace de ellos, y nos da una clara perspectiva de cómo superarlas y
comprenderlas, así como de las consecuencias metodológicas.
Los investigadores, promulgamos a menudo fines distintos a
los enfoques, es fácil hablar de extremos y/o polos que estarían sustentados
por las diferencias entre números y palabras. La exposición que hacemos tiene sus propias peculiaridades, las
cuales requieren así mismo grados de especificidad para ser reconocidos y
aprehendidos.
Producto
de este artículo queda en evidencia que la mayoría de investigadores refuerzan
la escisión entre los enfoques cuantitativo y cualitativo por el bajo nivel de
comprensión ontológico y epistemológico de lo subjetivo y objetivo.
A través de diversos autores de
metodología de la investigación científica, adquirimos una
serie de nociones acerca de los enfoques cualitativo y cuantitativo, que van
creando una realidad, la cual está llena de percepciones, valoraciones y
conceptualizaciones dadas por estos. Muchas de nuestras percepciones son
erróneas, ya que están basadas en prejuicios, prenociones, intuiciones, comprensiones,
de autores que a veces muy poco o casi nunca nos tomamos el “tiempo” de
comprobar si lo que leemos, es una realidad que no permite duda alguna, es
parcializada o es limitada. Nos basamos en que la convergencia y cosmovisión de
diversos autores de libros y/o revistas científicas, sobre los enfoques son la verdad, a la cual debemos alinearnos,
este artículo ayudará a comprender como esas representaciones que tenemos sobre los
enfoques son imprecisas producto de la poca o vaga comprensión
teórica-metodológica.
La contraposición que existe
entre el método cualitativo y el cuantitativo, entre lo subjetivo y objetivo,
es una realidad que en lugar de deformar conceptos, ha llevado a los
investigadores, a conceptualizar, estructurar y ordenar los enfoques, por lo
cual a mi juicio es notable que se hagan tales acepciones “complejas” por la
profundidad teórica que conllevan, y porque la dicotomía al final ha tenido un
fin utilitarista para la comprensión, y ha sido una verdad aceptada en muchos
ámbitos académicos, lo cual no significa que por ser aceptada por muchos, sea
buena o posea una validez científica…
Es interesante como la superación de las dicotomías y una posición más abierta
permitirán un avance en las ciencias sociales, los supuestos científicos modifican la propia cosmovisión de lectores asiduos de nuevos
conocimientos, al punto
de estimular cambios en la conducta hacia una mejor teorización, así como una
adhesión radical a una contraposición. “El
conocimiento ayuda a modificar la realidad y ésta actúa modificando el
conocimiento” (Godoy, 2013),
por lo tanto a los investigadores nos debería ser útil el intentar superar esta
disyuntiva desde un punto de vista pragmático.
Se apela a distinguir claramente que el ser humano objetiva su subjetividad (sus
necesidades, sus visiones, sus sentimientos, emociones, intereses, etc.), por
lo tanto la subjetividad del ser humano también es objetiva (Mario Zetino, 2014). Por otra parte el
ser humano subjetiva la objetividad de la realidad y sus relaciones (sus
necesidades e intereses, cambian o se modifican, surgen nuevos y otros son
superados, se modifican las formas de pensar, se crean nuevas estructuras de
pensamiento). Por lo tanto la DICOTOMÍA entre objetivo y
subjetivo es falsa.
Esa convergencia de lo
subjetivo-objetivo, nos hace pasar de lo simple a lo complejo, de lo
superficial a lo profundo, de lo inferior a lo superior en la discusión de la
dicotomía, que al final se va diluyendo y convirtiendo en falacia.
La
realidad es la intención de lo que queremos saber de la realidad….. y como
lectores de este artículo, nos podemos hacer la pregunta, ¿para qué sirve –saber-
que lo subjetivo y lo objetivo no tienen diferencias o que inexiste la
dicotomía? , ¿Qué gano con comprenderlo?, ¿Cuáles son las motivaciones del
articulista?... La respuesta es fácil de
responder, ya que nos envuelve en un proceso de intelección, que nos lleva a un
modo de entender la realidad más allá de lo que previamente entendíamos, y nos
da sentido crítico y razón, alojando en nuestra conciencia ese nuevo
conocimiento que es básico para el avance de las ciencias sociales.
Hay cierto grado de comportamiento en mí, que está
condicionado por los significados y racionalidad practica que se le ha venido
dando a la DICOTOMÍA, en términos no absolutistas acepto la teorización que hacen autores como Dr. Zetino, ya que hay un preguntar, un identificar, un comprender, un
enjuiciar, lo cual me hace comenzar a definir una nueva realidad, haciéndome
abstracciones, delimitaciones y reformulaciones de mi verdad; replanteando,
reafirmando, reestructurando y reconstruyendo el pensamiento que hasta ahora
tenía sobre lo CUALITATIVO y CUANTITATIVO.
La realidad es aprendida y comprendida
por medio de la interacción o las relaciones (no se construye conocimiento
aislado de las relaciones), es un proceso de conciencia de una temática a veces descuidada por los
escritores metodológicos. En muchos casos
perdemos el sentido de muchas cosas que se crean de la razón, cosas que creímos
o nunca imaginamos que podría ser y son y muchas de las que son, no las
comprendemos y podemos perder el sentido cuales son importantes.
Al comprender la realidad nos
hacemos diferentes a los animales……, ya que mi adaptación a la realidad
es racional y no instintiva, los animales entran a su realidad sin pensarla, la
realidad puede resultar cómoda para la razón inmediata pero a veces incomoda.
No cabe duda alguna que los artículos
que al hablar de DICOTOMIA entre Cuali-Cuanti, adquirimos conocimientos, y la elección del enfoque
adecuado nos permitirá construirnos explicaciones de la realidad.
El problema surge y con esto concluyo,
que aceptamos conocimientos erróneos o débiles en su fundamentación, pero se
agrava pues metemos en una batalla campal ambos enfoques, o queremos hacer
reinterpretaciones de lo objetivo-subjetivo,
perdiendo legitimidad las posiciones de lucha, legitimando cada quien lo
suyo, lo que le conviene o lo que para su realidad tiene un fin utilitarista.
Como bien lo dijo alguna vez Kant, ¿No será que esta supuesta dicotomía ha
sido un mero fuego fatuo y, lo que es peor, un fuego alimentado con puros
conceptos?