Para el marketing político la campaña es sólo la primera fase… cuando el candidato “gana” debe iniciarse una segunda fase, la cual es la gestión de imagen del presidente, de las carteras y en general de la comunicación gubernamental, la cual espero no caiga en excesos innecesarios.
La comunicación gubernamental tiene connotaciones negativas sobre manipulación de percepciones colectivas mediante recursos de comunicación y principalmente de la televisión… sin embargo los medios de comunicación son el puente entre el pueblo y el mandatario, lo negativo dependerá del exceso.
A casi la mitad de los primeros 100 días, los logros no han mostrado su rostro a la población… o al menos no fuertemente, los logros que no se comunican a la población no existen.
El Presidente cuenta con un capital político de 85% entre las casas encuestadoras que lo “adulan”… y con 60% las que trabajan para la oposición; ambas están preparando desde ya toda su artillería para la medición de la tradicional encuesta de opinión pública del primer centenario.
El Presidente ocupado en palear la crisis esta descuidando un área “importante”, la cual es la cercanía, el contacto y la comunicación con la gente. Al ser un crítico del excesivo protagonismo del anterior mandatario, esta posicionándose en el lado opuesto, muy poco se dirige al pueblo rindiendo cuentas e informando logros si es que existen, lo cual al menos debería realizar dos veces al mes.
Las percepciones deben ser estimuladas, ya que son dinámicas y maleables.
La oposición por “sus problemas internos” no aprovecha esta oportunidad, este vacío de conectividad con el pueblo y su presidente. Sin embargo el alcalde capitalino comunica hasta los mínimos esfuerzos, lo hace por medios de comunicación masiva y medios alternos, estimula positivamente las percepciones de los capitalinos.
La opinión pública es muy crítica con los políticos que mandan; Sr. Presidente no lo pierda de vista.
www.analitika.com.sv